jueves, 21 de febrero de 2008

Desaparecidos 2

Los jóvenes de la Av. San Juan

Retoños de jacarandaes en cada cuadra de esta avenida marcan el lugar, el día y el nombre de quienes fueron llevados para no regresar jamás

Los árboles de la memoria marcaron desde este sábado al mediodía, el homenaje de un barrio, San Cristóbal, a sus detenidos-desaparecidos

La avenida San Juan tiene una larga historia. Manzi y la voz ronca de Edmundo Rivero la eternizaron en las primeras estrofas del tango Sur. Hoy es el tránsito obligado de camiones que ingresan en la ciudad desde el oeste hacia el bajo. También de los que buscan alivio en Navidad y Año Nuevo, golpeando las puertas del hospital Santa Lucía después de descorchar sidra, cohetes y cañitas voladoras.
Por esas veredas anduvo una mañana de marzo de 1977 un periodista que llamó a las Fuerzas Armadas golpistas “las Tres A son las tres Fuerzas Armadas…” en un demoledor documento que definió la acción represora del golpe de marzo de 1976 como nadie lo había hecho hasta ese momento: Rodolfo Walsh. Y en esa avenida de jóvenes, tangos y panaderías, frente a una de ellas caía bajo la metralla cuando en el buzón rojo de la esquina de San Juan y Entre Ríos dejaba un copia de la “Carta Abierta a la Junta Militar”, denunciando el secuestro, la tortura y desaparición de tantos otros jóvenes, miles de ellos, en todo el país, a cada hora, de día y de noche, por el solo hecho de querer vivir como piden vivir todos los jóvenes, con entera libertad.
Los vecinos de San Cristóbal, este sábado 20 de marzo de 2004, hicieron un homenaje a sus desaparecidos. Un homenaje contra la impunidad. Quieren recuperar la memoria, las historias y las vidas de esos otros vecinos que fueron llevados a la fuerza, sacados a tropezones de sus casas por patotas militares que hicieron de la avenida San Juan un grosero recorrido de impunidad y martirio. Hoy, esos vecinos rinden homenaje a quienes lucharon por un país justo, solidario, libre, y con estos setenta retoños de jacarandaes, echan raíces en otros setenta nombres de hombres y mujeres que visten de fiesta la avenida en que volvió a la vida el café Homero Manzi. Como dice la revista que repartieron este sábado: “Sí, de fiesta, porque recordarlos nos devuelve la alegría de sus vidas. Y porque recordar es volver a pasar por el corazón”.
Una murga, “Los Monarcas de la Fiaca” de Parque Patricios, revoleaba sus banderas rojinegras, y los más de treinta bailarines y músicos fueron abriendo el desfile, después de los discursos, hacia cada arbolito recién plantado por empleados de Medio Ambiente del Gobierno de la Ciudad.
Allí estaban:
Una hilera de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, otra banderola de Hermanos de Desaparecidos, y las de las Asambleas Barriales de El Almacén, San Juan y Entre Ríos, San Telmo, y de la Comisión de Derechos Humanos de Uruguayos en la Argentina. También las pancartas con los nombres y fotos de cada uno de los setenta ausentes de la larga calle que, cuando era angosta, llevó las vías del tranvía 43 y donde hoy resiste, aún, el Colegio Nacional Bernardino Rivadavia, en el que estudié allá por los años 57 y 58.
Era emocionante pararse delante de cada pequeño y joven jacarandá, ese cúmulo de más de trescientas personas emocionadas, y dar el nombre de cada uno de los desaparecidos, coreando… “¡Presente…! ¡Ahora y siempre!”, frente a los monolitos que descansan al pie de cada arbolito, donde se lee “…detenido-desparecido del barrio durante la dictadura militar. Presente en nuestra memoria. Vecinos de San Cristóbal. 24 de marzo de 2004”.
Avancé unas cuadras bajo el sol del mediodía y luego regresé por la avenida. Fue entonces cuando pude ver la inmensidad del daño hecho por los genocidas del 76. Vi, por primera vez, las cuadras y los jacarandaes todos juntos; la evidencia del desatino. ¡Cuántos jóvenes, cuántos corazones, cuántas almas que querían vida, risas, amores, hijos, estudios, amigos y futuro por delante, simbolizados ahora por esos frágiles retoños recién plantados!
Echaban raíces, crecían de a poco, hablaban de memorias, de otras vidas. Por su savia, respiran ahora aquellos que no están, que fueron arrancados como ramas del árbol de la historia y que hoy, casi treinta años después, vuelven a adentrarse en la grama de su barrio, San Cristóbal, en esa avenida con nombre de canción de niños: “…aserrín, aserrán… los maderos de San Juan”. Ahí están, uno junto al otro. Son setenta retoños.
Los jóvenes de la avenida San Juan.
• Horacio Abeledo Sotuyo, tenía 22 años, empleado del Estado.
• José Luis Aguirre Céspedes, 24 años, soltero; trabajaba y estudiaba.
• Julio Altamirano Fernández, 23 años, trabaja en impresiones.
• José Carlos Álvarez, 28 años, estudiante de arquitectura.
• Ángela Aguad Jure, 32 años, casada, docente.
• Lucrecia M. Avellaneda Quintale, 27 años, estudiante de Antropología.
• César Augusto Baldini Maya, trabaja en OSRAM.
• Esther Ballestrino Roa de Careaga, exiliada paraguaya, doctora en bioquímica.
• Verónica Elena Barrionuevo Masón, 19 años, estudiante y empleada.
• Remo Berardo, artista plástico. Pertenecía al grupo de la iglesia Santa Cruz.
• Alejandro Antonio Blasco Pesoa, 28 años, maestranza.
• Nélida Raquel Bulit, 33 años, ama de casa, se acercó al Movimiento Madres.
• Eugenio Rafael Cabib.
• Jorge Donato Calvo Bariffi, trabajaba en hospital Ramos Mejía.
• Mirta Noemí Cancela, vivía cerca al hospital Santa Lucía.
• Rodolfo Caseres, 26 años, estudiante y empleado de SASETRU,
• Sergio Víctor Cetrángolo, empleado.
• Eleonora Cristina Álvarez, trabajaba en el hospital Ramos Mejía.
• José Di Pascuale, secretario general del Sindicato de Farmacias.
• Guillermo Bruno Díaz.
• Sor Alice A. M. J. Domon Morel, monja francesa.
• Sor Renée Leonie Henriette Duquet, monja francesa.
• Horacio Aníbal Elbert Blumenstein, 27 años, empleado.
• Daniel Roberto Etcheverría Gómez, empleado.
• Nemesio Ricardo Farías Moreno.
• Beatriz Farinas Tellado, estudiante y empleada.
• Horacio Edmundo Fernández, estudiante y empleado.
• José Julio Fondevilla, padre de Carlos Daniel, de 22 años, también secuestrado.
• Carlos Daniel Fondevilla.
• Hugo Enrique Fornies Daziano, 30 años empleado administrativo.
• Carlos Alberto Giglio Valli, 28 años, arquitecto, casado.
• Tránsito Jiménez, 43 años, deportista, experto en filatelia, trabajó en el Correo.
• Alicia Margarita Guerrero Moncayo, 18 años, 5º año del Colegio de Lenguas Vivas, trabajaba en alfombras Meller S.A.
• Eduardo Gabriel Horane Prieto, 24 años, estudiaba Ingeniería y era viajante.
• Rolando Hugo Jeckel Nayar, 24 años, estudiaba Humanidades.
• María Gabriela Juárez Iparaguirre, 18 años, estudiante, estaba en casa de una amiga.
• Isabel Noemí Valencia de Fernández, 38 años, propietaria de la librería “Trilce”.
• Juan Carlos vera Bertolini, 24 años, técnico en Hemoterapia.
• Norma Beatriz Leiva Ramos, médico residente del hospital Ramos Mejía.
• Roberto Luján Lesta Moyano, 31 años, empleado.
• Pablo Linber, 35 años, trabajó en el hospital Ramos Mejía.
• Juan Carlos Losoviz Gutiérrez, 20 años, estudiante de Física.
• Juan Carlos Martire Nacarado, 17 años, estudiante del colegio Carlos Pellegrini.
• Mario José Marzocca Tangorra, 32 años, empleado en un laboratorio.
• Jorge Luis Molina Mirazu, 25 años, obrero gráfico,
• Miguel Ángel Moreno Malugani, 28 años, uruguayo, empleado, casado, 2 hijos.
• María de Lourdes Noia García, 30 años, psicóloga, docente, casada, 1 hijo.
• Eduardo Miguel O’Neill Consiglio, 30 años, médico, casado.
• Osvaldo Aníbal Ostuni, 31 años, visitador médico, casado, 2 hijos.
• Patricia Cristina Oviedo, 24 años, estudiante de Medicina, amiga de las monjas francesas.
• Raúl Enrique Oxley Mortiño, 24 años, gestor.
• Heraldo Luis Pelliza Bardetti, 54 años, empleado administrativo.
• María Luisa Peredo Álvarez, 27 años, empleada doméstica, nació en Olavarría.
• Bárbara Plante Ramírez, 21 años, estudiante de Arquitectura.
• María Eugenia Ponce de Bianco, Madre de Plaza de Mayo, señalada por Astiz en la iglesia Santa Cruz.
• Alberto Armando Pruneda Caputo, 24 años, estudiante de Veterinaria.
• Juan Carlos Ramos López, 31 años, delegado gremial.
• Daniel Eduardo Rodríguez Ceballos, 22 años, taxista.
• Manuel Alberto Santamaría, 20 años, estudiante de Derecho, empleado.
• Héctor Migale Sarraceno, 29 años, médico, jefe de trabajos prácticos en la Universidad de Buenos Aires.
• Antonio Sosa, 48 años, abogado.
• Marta Alicia Spagnoli Cerviño, 22 años, empleada y estudiante de Sociología.
• Rubén Alberto Stockdale Cardillo, 25 años, estudiante de Medicina.
• Eduardo Oscar Surraco Britos, empleado y estudiante de Derecho.
• Pablo Basilio Surraco Britos, 39 años, abogado
• Teresa Lajmanovich Kurlat, 24 años, estudiante de Medicina.
• Aldo Ramón Lazzarini, 39 años, técnico electrónico.
• Azucena Villaflor de Devicenti, fundó Madres de Plaza de Mayo.
• Rodolfo Jorge Walsh Gill, 50 años, periodista y escritor.
• Haydeé Noemí Zagaglia Freddi, 27 años, estudiante de Psicología, empleada.
• Gustavo A. Zampicchiatti Manfre, 20 años, estudiante y empleado.

Gustavo Mac Lennan,
FODEMA (Foro de Medios Alternativos)

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